Gracias a todos los que os acercasteis el pasado domingo 22 de mayo a la Feria del Libro de Sevilla. Gracias por supuesto a la editorial Jirones de Azul por invitarme a firmar libros en su stand, y sobre todo, por haber creído en esta novela.
El tiempo acompañó, la hora también, así que encantado por el buen rato pasado junto a Adrián, y todos los que vinisteis: amigos, curiosos y público.
La Feria del libro es un lugar magnífico para sondear qué se cuece en el mundo de la lectura: desde curiosos que se acercan manteniendo una distancia prudencial, no vaya a ser que eso de leer sea contagioso, hasta los adorables y siempre necesarios palpadores; los asidores de libro que nada les importa tu presencia con un bolígrafo junto a una pila de ejemplares de tu novela: ojean, leen solapas, portada y contraportada, y luego lo adquieren y piden que se lo dediques. Eso es lo fascinante, saben que eres un escritor anónimo en busca de lector, y aprueban lo que haces. Y a ellos, gracias infinitas.
Por otra parte, como es mi obligación, hablamos de nuevo sobre La ventana azul. Mi última novela es una obra valiente donde una mujer joven cercana a los ochenta años lucha porque la dejen decidir sobre su futuro. Y en medio, una intriga que os apasionará. Si aún no la has leído, te invito a que lo hagas. Ojéala, hojéala en las librerías, lee la contraportada y no dudes: La ventana azul de Francisco Antonio González, de la editorial Jirones de Azul.
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