Con este barroco nombre y primer apellido me doy a conocer como escritor (añadir López, mi segundo apellido, ya sería interminable).
Nácí en 1962 en Sevilla, casado con una hija y trabajando como maestro.
Escritor de interminables diarios, un día decido dejar de hacerlo, dar forma a una novela y que una editorial se decidiera a publicarla. En 2005 debuto como novelista con Sed de infinito, novela de corte policial en la que tres policías en momentos cruciales de su vida investigan el asesinato de un profesor universitario. La novela tiene la peculiaridad “cortazariana” de poder leerse linealmente o cada una de las historias de los policías por separado. En este sentido podemos hablar de una “trilogía unitaria.”
Durante los dos años siguientes, gracias a la generosidad del periodista y escritor Fernando García Haldón, estuve colaborando en el programa radiofónico Protagonistas Sevilla de Punto Radio Allí era responsable de una sección de creación propia titulada El Caminante. Se trataba de una crónica semanal describiendo mis paseos por Sevilla al tranquilo ritmo que me marcaban mis mocasines. Eran unas crónicas atípicas para una ciudad tan ombliguera como aquella en la que nací y vivo. No había concesiones a la galería ni tópicos: clavábamos nuestro aguijón sobre todo aquello que consideramos mejorable. Hay constancia de esta época el un pretérito blog llamado elcaminantese.blogspot.com
También en verano de 2006 Punto Radio emitió un serial de mi autoría titulado
El verano de Andrés Saborido, donde un viejecito cascarrabias contaba sus peripecias familiares. De estos años radiofónicos también destacaré mi colaboración con la emisora como crítico cinematográfico en el Sevilla, Festival de Cine Europeo.
Mi pasión por la Literatura Hispanoamericana me ha llevado a realizar cursos de doctorado en este campo, y por azar conocí al escritor y músico colombiano Germán Borda, quien ha tenido la deferencia de pedirme que presente dos de sus novelas en Sevilla ( La maraña de la manigua y El enigma de Dreida), lo que muy gustosamente hice en 2006 y 2010 en el mágico consulado de Colombia de nuestra ciudad.
Y ya en 2010 hemos vuelto a las andadas. Escribir una segunda novela es muy difícil, sobre todo si en la primera acabas vaciándote, como ha sido mi caso. Pero la ocasión y el tema así lo requieren. La ventana azul es una novela de misterio e intriga con la osadía de colocar como protagonista a una mujer de setenta y ocho años que se rebela contra la idea de que sus sobrinos quieran disponer de su vida. Elena Sianes lucha por ser oída. Poco a poco descubriremos los misterios de su atípica existencia. Romanticismo, intriga, misterio, retazos de la historia de España en una novela amena y sorprendente.
Sobre gustos y aficiones me considero una persona culturalmente inquieta, amante de muchas manifestaciones artísticas, especialmente la literatura y la música.
En literatura, aparte de los mágicos narradores sudamericanos –Julio Cortázar, Gabriel Garcia Márquez, Mario Vargas Llosa..-, admiro muchos autores y estilos, incluso la novela negra –y no podía ser de otro modo: Agatha Christie, Raymond Chandler, Dashiell Hammett, Patricia Highsmith, Vázquez Montalbán, Francisco González Ledesma...
Si hablamos de músicas, aparte de melómano, soy un gran aficionado al jazz y el rock progresivo. Se trata de buena música sin etiquetas, da igual que hablemos de Richard Wagner, Beeethoven, Shostakovich, Debussy, Mahler, Bach, John Mc Laughlin, Paco de Lucía, Jethro Tull,, John Coltrane, Bill Evans o Frank Zappa.
Viajes, bicicleta, senderos, fotografía, charlas con amigos para cambiar el mundo en un cuarto de hora y un sinfín más podrían completar o dispersar mi lista de intereses.