sábado, 29 de enero de 2011

PRESENTACIÓN DE LA VENTANA AZUL
                                  
            La ventana azul ya se ha vestido de largo. Toda mi gratitud a todos los que estuvisteis el 1 de diciembre en La Casa del Libro. La sala se llenó, los libros se agotaron y hay que reponer, magnífico comienzo. Y sobre todo, mágicos momentos los que vivimos todos presentando mi libro. Muchísimas gracias a Adrián, Esperanza y a todo el equipo de Jirones de Azul por confiar en esta novela. Es necesario que obras así tengan un hueco en las librerías, y en vuestros corazones.
            Y allí que me sentí elevar añadiendo toda la pasión de quien disfruta y cree en su obra. Corre la voz sin miedo, sé que algunos ya la habéis leído. Preguntad antes: en Beta o La Casa del Libro, en un estante de difícil acceso se encuentran unos pies descalzos de una mujer de puntillas. Cae una gota de sangre. No hay nada azul. Un paisaje difuso, misterio y una historia que no debes perderte ni dejar de recomendar. Si no la encuentras, pregunta: es un autor de la tierra: La ventana azul de Francisco Antonio González, de Editorial Jirones de azul.



            Cuando la leas, no te olvides de dejarme aquí tu opinión, te contestaré, me contarás cuál ha sido tu ventana. Y siempre, gracias, lector. Si escribo es por ti.     

DOS PERROS, MI PERRO. FOTO Y RELATO. 4

            Al colocarme el casco apepinado sobre mi gruesa cabeza repito complacido la tan manida y no por ello menos cierta frase que afirma  que la vida son solo momentos. Pocas cosan me relajan y satisfacen más que perderme por cualquier sendero terrizo con mi bicicleta. Llenando mi bidón de aluminio y calzándome unos ridículos culotes enterizos, ya estoy dispuesto para salir de ruta. En una mañana gris retomo la vía verde del río Guadaíra, en un abandono absoluto a merced de la construcción de un tranvía que unirá varios pueblos de la comarca. Encima, el bicho hombre ha cubierto de plásticos la majestuosa imagen de algunos árboles de ribera. Aún en su degradación la imagen conserva cierta inquietante belleza por su similitud con las plegarias budistas que ondean en la entrada de los templos. Pese a todo, aún podemos aislarnos y reconocer trazos de naturaleza  sin adulterar.

            Regresando a casa, sorteando carteles de Prohibido el paso y Ruta temporalmente cerrada, llego a una de esas periferias urbanas maravillosamente inquietantes por su indefinición: junto al campus de una muy moderna universidad, pasta un rebaño de cabras. Dos perros de agua turcos color canela me ladran mientras paro a beber. A una indicación del pastor dejan de hacerlo. No tengo fuerzas ni para volver a montar: esas dos maravillosas criaturas lanudas concentran todo el ganado disperso con un simple silbido de su dueño. Cualquiera de los dos podría ser mi perro y no lo es. Porque yo ya no tengo perro ni sé cómo volver a casa por el nudo que se me acaba de hacer en el estómago.

            Hace meses que falta en mi casa la mirada más tierna que nunca existió, los pequeños ojillos marrones casi ciegos que se fueron apagando poco a poco hasta decir un día: ya no puedo más. Y cada vez que miro al suelo de la cocina, junto al bombo de la ropa limpia, hay un espacio que procuro no pisar: cuidado con mi Yupi, aún duerme. Hay que mirar al suelo, no vaya uno a enredarse con sus torpes patas.

            Si las palabras lealtad y nobleza alguna vez tuvieron algún sentido fue antes de que tú te fueses lamiendo mi mano. Hace tiempo que te debía este relato, mi querido Yupi. La vida sigue, ya ves, y aquí me encuentro con dos cachorritos de tu raza que sí trabajan, y no como tú, mi adorado holgazán. El dolor por la ausencia del amor absoluto de un perro hacia su amo me impide siquiera poder disfrutar del trabajo de un pastor con sus perros.

            Vuelvo a montar y regreso como puedo a casa imaginándote pedido en una inmensa playa del paraíso, ya siempre feliz  acompañado por amos ángeles tirándote pelotas de tenis al mar. Y tú, incansable, con roncos  ladridos vehementes, exigiendo a tus celestiales amos que te tiren una y otra vez la pelota hasta la eternidad.





            Porque sé que existe un paraíso para los perros compartido con sus amos, volveremos a vernos, mi querido Yupi. Y es que no me interesa ningún credo que prohíba la entrada de perros al paraíso. 

sábado, 22 de enero de 2011

LA ESTATUA DE CERVANTES Y EL CAMIÓN DE LA BASURA. FOTO Y RELATO. 3

Esta mañana, tras tomar café en un bar sin humos, me encuentro por una calleja con la estatua de don Miguel de Cervantes casi devorado por una gigantesca máquina de tubos amarillos dedicada al reciclaje. Impasible,  espera a que termine la recogida neumática –es lo que tiene ser estatua-. De buena gana, y tan cerca de la cárcel donde escribió Don Quijote de la Mancha,  mandaría a su noble caballero a combatir contra ese gigante amarillo. Y su fiel Sancho, le diría que no es un gigante, sino un camión de recogida neumática de basuras. Mientras, nosotros, en las Españas, empapados hasta el tuétano de nuestros huesos por la psicología de sus dos ilustres personajes. Los tópicos, a fuerza de repetirse, acaban convirtiéndose en verdades; el problema es que lo mismo sucede con las mentiras. 

Todos somos sanchos o quijotes  en el reino de las dualidades: realistas o idealistas cabalgamos por nuestros dominios para salvar dulcineas o sacar provecho de cualquier situación. Hoy más que nunca necesitamos tener valor para salir a la calle, leer la prensa, abrir el buzón  repleto de correspondencia de bancos, recibos de luz y pagos pendientes. Pero ninguno de los dos personajes nos vale. Pongamos al aire nuestras vergüenzas para salir de la crisis, no nos quejemos tanto y denunciemos cada abuso injustificado con el trámite oportuno. Y recordemos que a los gigantes los mantenemos nosotros. Seamos conscientes de nuestra fuerza. Los quijotes y sanchos de hoy no necesitan cabalgar, todo se controla desde internet. Aprovechemos este arma: un once por ciento de subida de la luz es una auténtica tropelía consentida por gobierno y oposiciones. Por eso pienso sumarme a la protesta de apagón de luces en mi hogar convocada en la red para el 15 de febrero de diez a diez y media de la noche.  

Y como esta, miles de iniciativas pueden tener un seguimiento espectacular, muy superior a  las macrobotellonas en la red. Aparte, contratar los servicios de una buena empresa de recogida neumática de residuos para que cada cuatro años o cuando se tercie, desatascar de basuras y desperdicios políticos tantos personajes que nos  gobiernan o se oponen a todo sin  colaborar ni arrimar el hombro en nada, esperando que esto se hunda para venir luego como salvapatrias. Y no renunciar nunca a conseguir poner una cruz en aquel que nos convenga en una lista abierta.


Hace rato que no escucho el infernal ruido del camión aspersor de basuras: todo ha terminado hasta la próxima recogida. Cervantes descansa en su pedestal. 

sábado, 15 de enero de 2011

PECES. FOTO Y RELATO. 2



Llega la tarde del día de Reyes y una sensación de vacío y amargor me invade. Cada sobrino y amigo invisible abandona la casa de la abuela, los familiares que faltan duelen aún más entre jirones de papeles multicolores y perfumes de colonias. Luego, cada uno a su casa. Por la tarde, hay que seguir deglutiendo el mermado rosco de Reyes: toda la nata  de la leche recalentada en microoondas durante el pasado año la devoramos en estos días de consumo convulsivo. Mañana, vuelta al trabajo, sigue la rueda de las compras, abajo la tristeza: comienzan las rebajas.

Maquillamos la realidad con luces de colores y compras. Con la cartera repleta de justificantes de compras y tiques de regalo, reflexionando con vencida insolencia el modo de abandonar la rueda el próximo año, comienza mi visita al centro comercial correspondiente . Miles de perchas y expositores con producto nuevo, recalentado y especialmente diseñado para estos días.  Casi todo aparenta ser nuevo, dispuesto casualmente para ser rapiñado en descomunales cajas de cartón con reclamos poderosos. Abajo el sol, la luna, el tiempo: todo se anula con potentes fluorescentes de maravillosa luz artificial.  El género se apila por doquier en miles de rincones y plantas, salvo en la sección de perfumería. Este paraíso de metacrilato se atomiza en miles de celdas con futuristas  mujeres ofreciendo esencias de criptonita con poderosos efectos de posesión varonil, lujuria femenina, anulación de los efectos de la gravedad y hasta el tiempo.

Adormecido y extasiado caminaba entre ambrosías y sensuales olores ofrecidos por bellas mujeres de rostros recubiertos por polvos maravillosos y  mágicos elixires cuando con una desagradable visión fui expulsado del paraíso. Un enorme pez me miraba. ¿Tú qué, haces aquí?, nos preguntamos los dos a la vez.  Al momento apareció un compañero suyo. En un diáfano y gigantesco acuario, estos animalitos sin permiso de nadie ni cobrar, forman parte de un anuncio en vida: la última crema anti-edad con extractos del fondo marino.

Y hasta aquí hemos llegado: que no, que todo es mentira, la edad existe, es simple oxidación, el consumo está planificado desde principios del siglo pasado donde a los inventores de las bombillas los obligaban a fabricarlas para que no durasen más de mil horas de uso, las impresoras tienen un chip que impiden que funcionen bien más allá de cinco años por mor de la obsolescencia programada: todo puede hacerse mejor pero no interesa para que consumamos más.  Y allá nosotros con nuestra existencia, pero por favor, como a Willy, liberad a estos pobres peces del interior de su pecera anuncio.





sábado, 8 de enero de 2011

SED DE INFINITO EN EL RECUERDO

             Mi primera novela fue Sed de infinito. Se presentó en diciembre de 2005 en Sevilla en La Casa de las Sirenas, en una Alameda aún en obras de alicatado. Allí estuvo su editor Carmelo Segura por Entrelíneas Editores, y la doctora Gema Areta. Para mí fue un auténtico lujo contar con mi profesora de Literatura Hispanoamericana y de cursos de doctorado. Jamás podré olvidar su entusiasmado verbo  en uno de los momentos estelares de mi existencia.

            El Mayo de 2006, la revista literaria Mercurio escribió una reseña sobre Sed de infinito:

                        PERFUME NEGRO

Por el argumento de esta novela policiaca y ritualesca, pareciera que es continuación o trasunto de Nadie conoce a nadie; ya saben, la novela del inocente Juan Bonilla a la que los de mente arqueológica culparon de la zapatiesta de la Semana Santa de Sevilla de 2000 (cosa que todavía colea).
            Viene todo esto a cuento de Sed de infinito. Su arranque obedece a los claros mimbres de una novela de género, el policiaco. A mediados de los 90, un profesor universitario aparece muerto en las gradas que rodean la catedral metropolitana de Sevilla. Tiene el cuello roto y argollado con las cadenas de las columnas catedralicias. Para resolver el caso aparecen tres policías cuyas narraciones hacen de Sed de infinito una buena novela polifónica de perfume negro.

            Aparte del recorrido tradicional por emisoras de radio y televisión locales del momento, también el programa EL PÚBLICO LEE de Canal Sur, Jesús Vigorra reseñó mi novela.

            Durante mucho tiempo pensé que podría ser autor de una sola obra porque su complejidad me agotó. Mucho que decir, demasiada descarga. ¿Soy un incipiente novelista maduro?, ¿he empezado a escribir demasiado tarde? No, de ninguna manera. La madurez para contar historias es algo relativo y muy personal, lo mismo que la relación entre autor y obra. Kafka quiso que sus escritos desaparecieran con él, y afortunadamente no le hicieron caso. Giuseppe Tomasi escribió su única y magistral novela El Gatopardo ya en su vejez. Por supuesto que no es mi caso: estas líneas solo pretenden ser una reflexión sobre tiempo, obra, mercado y lector.
           
            En el mundo de la escritura nada es viejo ni joven. Igual que en la lectura no hay tiempos para leer, tampoco se es joven, maduro o viejo para escribir. Los buenos libros renacen y se recrean con lecturas y relecturas. Los escritores también maduramos. Detrás, por suerte o desgracia están muchos factores: mercado, suerte, constancia son algunos de ellos. Delante, el lector que disfruta, recomienda y al leer no se deja llevar por las descomunales torres de libros ladrillos en ediciones masivas que inundan las librerías.
           
            Y entrelíneas, aquí hay un escritor aficionado aún en sus principios que todavía tiene mucho que aprender, y encantado de tener un modesto blog con seguidores auténticos.


miércoles, 5 de enero de 2011

LA CIUDAD A MIS PIES. FOTO Y RELATO. 1





                      
Hace un par de días subí a Tomares. Sevilla, mi ciudad, podía dominarse desde las alturas diáfanas del Edificio Casino. En no más de media hora van a hacerme una entrevista en la televisión local para promocionar mi novela. Confieso estar algo nervioso, incluso cuando una muchacha me maquilla media hora antes del evento entre ordenadores y la gente de la redacción de la productora. A nadie parece importar demasiado mi presencia. Repaso mentalmente algunas palabras. Óscar Gómez, presentador de Sevilla Directo, me estrecha su mano y me tranquiliza: durará unos ocho minutos. Una chica recoge una cámara gigantesca junto a la silla donde me han acomodado mientras espero. Frente a mí, una foto pegada en un mueble de pladur con un líder de izquierdas barbado en una famosa mariscada a costa del contribuyente. Al fondo un recorte de una señorita ligera de ropa que al observarla produce más frío que excitación por la desapacible y brumosa tarde de principios de enero que nos acompaña.




Voy a estirar las piernas, aún quedan diez minutos. Reflexiono sobre las palabras de una amiga seguidora del blog: dominadas las palabras, dominado el mundo.  Y por eso al decir que Sevilla está a mis pies, mi perverso ego se eleva aún más dejándome llevar por una tirana sensación de dominio. Soy el amo de esta ciudad bajo ese valle, desde la atalaya de esta gigantesca cristalera se domina el territorio, y sus gentes.
Y cierto es: las palabras tergiversan los hechos, su dulzura o brutalidad transforman su significado. Desde la Biblia, quien domina la palabra domina el mundo. Pero todo dominio se basa en dejarnos embaucar o rebelarnos críticamente ante los cantos de sirena. Solo por este motivo merece dominar nuestra lengua: sé lo que dices, o lo que es aún peor, lo que quieres que piense. Así, un expediente de regulación de empleo es un despido encubierto, unas medidas de ajuste son la excusa para que paguemos el despilfarro público y un largo etcétera.




En esas estaba cuando una señorita me manda llamar, subo en un ascensor una planta más, llegamos al ático, tres muchachos controlan la imagen del programa entre una ristra interminable de botones. Recibo los últimos consejos sobre cómo dar mejor ante la cámara, qué perfil poner, el tono de voz para hablar, me colocan un micrófono, la petaca. Y ahora, a embelesar a los espectadores.

domingo, 2 de enero de 2011

CURRÍCULO INCOMPLETO: FRANCISCO ANTONIO GONZÁLEZ


                         Con este barroco nombre y primer apellido me doy a conocer como escritor (añadir López, mi segundo apellido, ya sería interminable).
Nácí en 1962 en Sevilla, casado con una hija y trabajando como maestro.

            Escritor de interminables diarios, un día decido dejar de hacerlo, dar forma a una novela y que una editorial se decidiera a publicarla. En 2005 debuto como novelista con Sed de infinito, novela de corte policial en la que tres policías en momentos cruciales de su vida investigan el asesinato de un profesor universitario. La novela tiene la peculiaridad “cortazariana” de poder leerse linealmente o cada una de las historias de  los policías por separado. En este sentido podemos hablar de una “trilogía unitaria.”

            Durante los dos años siguientes, gracias a la generosidad del periodista y escritor Fernando García Haldón, estuve colaborando en el programa radiofónico Protagonistas Sevilla de Punto Radio Allí era responsable de una sección de creación propia titulada El Caminante. Se trataba de una crónica semanal describiendo mis paseos por Sevilla al tranquilo ritmo que me marcaban mis mocasines. Eran unas crónicas atípicas para una ciudad tan ombliguera como aquella en la que nací y vivo. No había concesiones a la galería ni tópicos: clavábamos nuestro aguijón  sobre todo aquello que consideramos mejorable. Hay constancia de esta época el un pretérito blog llamado elcaminantese.blogspot.com

            También en verano de 2006 Punto Radio emitió un serial de mi autoría titulado
El verano de Andrés Saborido, donde un viejecito cascarrabias contaba sus peripecias familiares. De estos años radiofónicos también destacaré mi colaboración con la emisora como crítico cinematográfico en el  Sevilla, Festival de Cine Europeo.

            Mi pasión por la Literatura Hispanoamericana me ha llevado a realizar cursos de doctorado en este campo, y por azar conocí al escritor y músico colombiano Germán Borda, quien ha tenido la deferencia de pedirme que  presente dos de sus novelas en Sevilla ( La maraña de la manigua y El enigma de Dreida), lo que muy gustosamente hice en 2006 y 2010 en el mágico consulado de Colombia de nuestra ciudad.

            Y ya en 2010 hemos vuelto a las andadas. Escribir una segunda novela es muy difícil, sobre todo si en la primera acabas vaciándote, como ha sido mi caso. Pero la ocasión y el tema así lo requieren. La ventana azul es una novela de misterio e intriga con la osadía de colocar como protagonista a una mujer de setenta y ocho años que se rebela contra la idea de que sus sobrinos quieran disponer de su vida. Elena Sianes lucha por ser oída. Poco a poco descubriremos los misterios de su atípica existencia. Romanticismo, intriga, misterio, retazos de la historia de España en una novela amena y sorprendente.

            Sobre gustos y aficiones me considero una persona culturalmente inquieta, amante de muchas manifestaciones artísticas, especialmente la literatura y la música.
            En literatura, aparte de los mágicos narradores sudamericanos –Julio Cortázar, Gabriel Garcia Márquez, Mario Vargas Llosa..-, admiro muchos autores y estilos, incluso la novela negra –y no podía ser de otro modo: Agatha Christie, Raymond Chandler, Dashiell Hammett, Patricia Highsmith, Vázquez Montalbán, Francisco González Ledesma...
            Si hablamos de músicas, aparte de melómano, soy un gran aficionado al jazz y el rock  progresivo. Se trata de buena música sin etiquetas, da igual que hablemos de Richard Wagner, Beeethoven, Shostakovich, Debussy, Mahler, Bach, John Mc Laughlin, Paco de Lucía, Jethro Tull,, John Coltrane, Bill Evans o Frank Zappa.
            Viajes, bicicleta, senderos, fotografía, charlas con amigos para cambiar el mundo en un cuarto de hora y un sinfín más podrían completar o dispersar mi lista de intereses.