No hay tiempos fáciles ni difíciles. El tiempo solo es uno y pasa. Algunas veces arrastra todo lo que encuentra a su paso: somos víctimas de las circunstancias. Me gustaría pensar que el único ejemplo posible de este tipo es la falta de salud. Todo lo demás son menudencias. La economía en Europa es un desastre, en España, una calamidad, cierto. Pero, aparte de aceptar o no nuestra cuota correspondiente de recortes para salir de la crisis, que no se nos olvide nunca exigir la limpieza profunda de todo tipo de corruptos, sean del color político que sean, tenga el color de sangre que tengan, presidan clubes de fútbos, sean expresidentes de comunidades autónomas bien trajeados, evadan divisas con Noos, etcétera
O los que me resultan más sangrantes, aquellos que se consideran progresistas, obreros y gastan el dinero de EREs en juergas y cocaína. Que no se olvide jamás, que la justicia no vista manto de armiño para cubrir tanta porquería.
Creo que esta basura humana sí debía condenarse a treinta años de cárcel, y no al que está preso en Albolote sin delitos de sangre.
Las letras de cada alfabeto son signos con los que realizar millones de combinaciones formando palabras. Algunas tienen sentido, otras, no. Escribir es seleccionar palabras para construir un universo compartido con los lectores.Entonces se produce el milagro de que cada lector reinterpreta tu obra de una forma distinta, porque cada persona en sí tiene su propio código. El abecedario siempre está incompleto y es infinito, como el placer de la lectura. FRANCISCO ANTONIO GONZÁLEZ escritor